Que duras son las mañanas para ir a trabajar…al menos ya termina el jueves ,…lo
único malo, las madrugadas a los deliveres del newspaper,…es un trabajo q me libera bastante, pero la verdad no es nada agradable madrugar.
Estoy inmerso en
mis pensamientos, el trabajo que me espera, el posible plan con los
amigos para el fin de semana…y de repente un perfume embriagador
me despertó del letargo, un perfume q alborotaba mis sentidos, me volvia loco ...hasta que fui a la sala y alli encuentro el origen de ese despertar. Una mujer, que seguramente no superaba los treinta años, entre blanca y morena, de unos ojos cafes calidos que embriagaban aún más si
cabe que su perfume. Tenía un rostro bastante proporcionado, enmarcado
por una boca increíblemente sensual, carnosa y de un rojo oscuro que
invitaba a ser mordida…sin duda era consciente de su atractivo y por qué
no, de su magnetismo, que no dudaba en realzar.
No tardó mucho en
percatarse que la miraba…apenas me observó un momento para,
posteriormente, continuar con su platica con su amiga,….intenté sin éxito escuchar que la
tenía tan entretenida.
Durante varias ocaciones, apenas pude dejar de
mirarla, hasta que de repente, al ponerse de pie y querer iniciar su marcha ella tropieza y cae sobre mí al perder el equilibrio, golpeando mi pecho. Por un
instante noto sus formas contra mi pecho, sin duda en sintonía con ese
rostro que me tiene tan absorto, sin exuberancias, en su justa medida,
proporcionada y de porte elegante, así como su ropa; un pantalón negro
de vestir con blusa roja y zapatos de tacón. Exquisita.
Siento como ardo desde dentro…
*“Disculpa, no se en q tropeze”-
A continuación y como si se encontrase apurada muerde
ligeramente su labio inferior. Siento que en ese momento todo mi cuerpo tiembla y suda-*
_“No te preocupes, suele pasar esos tropezones tan bruscos, lo importante es que no te cayeses al suelo o te golpeases”
*“Sí tienes razón, te agradezco que parases mi caída”.
_“No
fue nada en serio, vine un momento a…”
Dibujo una pequeña sonrisa,
buscando un poco de complicidad…Entonces veo que sí, efectivamente me
sonríe.
*“Bueno, me voy -
Sus palabras me devuelven a la realidad-,
*nos vemos, pasa una buena noche, am.....o”
-“Gracias, tú también”-apenas consigo balbucear-
-“La verdad que si me impresiono mucho esa mujer, empeze a buscarla.
Y .... Esto es algo sorprendente.
Un Dia a mi habitacion llego una dama... y era ella, ...wow...???!!!
_Pero yo te conozco?!! te he visto antes!!!
*“Mi nombre es Eva” Ella dijo
_Tenía que tener nombre de tentación, pensé.
_“Encantado
Eva, mi nombre es M...”
Le besé cortésmente la mano, un detalle que
debió parecerle divertido o quizás “diferente” pues sonrió.
Sin duda
me sentía atrapado en la red entretejida de sus ojos, deseaba... deseaba una dama!...
Pero esta vez era Eva.?!!!?
Ella...debió percibirlo sin duda, se acerco y tocaba, rozaba sus labios en mi mejilla y siempre me hablaba muy cerca, de manera que me excitaba y hacia q la deseara con salvajismo con esa lujuria con placer intenso y cada vez susurrába mas sensual con su voz…
En un momento determinado apoyó su mano en mi pecho y apreto:
*“Tienes un corazón que late muy fuerte, intenso…”
Entonces ya
No
pude más, me abalancé besándola como si en ello me fuese la vida,
agarrándola fuertemente de la espalda y las caderas, notando el calor
que desprendía. Ella correspondía apretándose más contra mí agarrándose a
mi espalda, casi arañando.
De repente me empujó contra una de las
paredes de mi habitacion e introdujo su mano dentro mi miembro y con la otra me libero de la camisa de un tirón seco.
Yo la quite el cinturon para dejar caer su pantalon y luego quite su blusa mostrandome asi desafiantes sus
encantos. Mientras, esos ojos cafes calidos aullaban a la noche por sentir el placer en su ardiente cuerpo.
De nuevo me uní a ella, manoseando cada partee de su cuerpo,
devorado por un fuego que podría consumir toda la habitación en
segundos…Ya sin la ropa, nuestras manos nos recorrían sin pausa, sus duras tetas y su entregado y humedo sexo se ofrecían sin reparos.
Pegados a
la pared, ocultos, como dos fieras en la noche, la elevé como si de
un altar se tratase la penetre y la hice mía. Sus cabellos caían sobre mí en
cascada y los latidos de su corazón eran el ritmo de nuestra pasión
desbordada, agitados, rabiosos…Su respiración resonaba en mis
oídos, sus caricias su saliva en mi cuello mojado por su lengua…queríamos más, nuestros brazos y piernas temblaban pero no cedían, Queriamos mas, ella gemia se retorcia sus manos rodeaban mi cuello mientras yo sujetaba sus gluteos sobre mi miembro y mis piernas
...Y Derepente Un grito ahogado yacía en nuestras gargantas…para romper a intervalos.
Sentí derramarme entre sus piernas. El relampago estremeció nuestros
cuerpos para explotar en mil pedazos, arrastrados en esa dulce agonía,
cegados por la luz de nuestros cuerpos, sin nada más,…rendidos al dulce
Morfeo.
Desperté pero ella ya no estaba. Aún era de noche y silencioso el lugar.
Me vestí, con su olor en mi cabeza y su
sabor en mis labios,…Eva…Sabía que seguramente ese no era su nombre…pero
acaso importaba?
Me encaminé a mi trabajo ...aún seguían resonando sus latidos en mi pecho y su olor impregnado en mi piel…
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